jueves, 17 de diciembre de 2009

Imperdonable, pero tuve suerte...


Encontré este libro (junto con otros) en el punto verde de Cerdanyola del Vallès. Digo que es imperdonable pero tuve suerte, porque teóricamente lo correcto cuando alguien desea deshacerse de algo, es entregarlo durante la semana en horario laboral. Si hubiese ocurrido esto, los libros hubiesen ido al contenedor del papel. La suerte fue que como muchos acostumbran por aquí, la caja con todo su contenido fue abandonada un domingo delante de la puerta cerrada del punto verde, y yo llegué antes que nadie.




Parece haber sido publicado alrededor del 1900; es el volumen III de una edición de seis tomos editados por W. & R. Chambers en Londres. La página 4 contiene una serie de datos inusuales, como que este tomo está compuesto por 60 páginas de 42 x 30 pulgadas, impresas en tipo Bold sobre papel Stout Manila, que según parece, es un papel elaborado con cáñamo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Muralla romana - Zaragoza


Esto, desde luego, no necesita ninguna clase de restauración, a lo sumo mucho cuidado para que no sufra ninguna clase de deterioro que no sea el que lentamente le ocasione el paso del tiempo.
Restos de la muralla que circundaba Zaragoza, la Caesaraugusta romana en los siglos II - III d.C., en sillares de alabastro y caliza, es un punto de contacto que nos permite dar un vistazo a una página de la historia perdida ya en el tiempo.
Hoy este lugar a orillas del Río Ebro es la esquina de la Avenida de César Augusto y el Paseo de Echegaray y Caballero.

martes, 10 de noviembre de 2009

Mesa encontrada en un contenedor - agosto 2009




Este es el estado en el que encontré la mesa dentro del contenedor. La verdad es que como casi todo lo que se encuentra sucio y desprolijo, no producía mucha ilusión, amén del hecho de que se trata de un mueble de materiales y factura modestos, pero no estaba rota y no se encontraba afectada por carcoma, lo que es un buen comienzo; así pues, con un lavado de cara y algo de make-up seguramente se encontraría mejor; de hecho, a un mueble económico se le puede dar un toque de lujo con poco dinero.

Para comenzar un lijado en toda la superficie, sin eliminar pintura, pero igualando todo.


Luego, se pintó con esmalte sintético satinado blanco con un poco de amarillo medio y gotas de verde.


Se lijó el fondo con lija 100, para volver a igualar la superficie y dejarla sin posibles asperezas, grumos y demás.


Luego se aplicaron dos manos de un color mas o menos rosa.


Mientras está fresco, se elimina pintura con el dedo envuelto en un trapo, para formar "ojos" y vetas de acuerdo con el tipo de marmol que se desea imitar, en este caso Valencia rosado.


A continuación se tampona en color tostado, puede ser con un trapo, o como en este caso, con una bolsa de plástico.

Se suaviza en caso necesario, con un trapo.

Dejando secar, el resultado sería mas o menos este.

Luego, con una pluma de ave o pincel fino, se dibujan las aguas del marmol.

A continuación, se barniza.



Aquí ya está la mesa bastante adelantada. Ya se barnizó el tablero, se aplicó betún de Judea al resto de la estructura, se lijó sobre la aplicación de betún para que el "rayado" descubra el color de fondo, y se doraron los extremos de las patas y el rebaje bajo el tablero.



La mesa, a la espera de los últimos retoques, ya está en su lugar, lista para empezar una nueva vida.

lunes, 9 de noviembre de 2009

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sábado, 7 de noviembre de 2009

La Copa Rota - octubre / noviembre 2009

Como se ve, nuestro primer difunto se trata de una copa decorativa de terracota con borde superior liso, cenefa lobulada y superficie inferior de gallones o gajos, que ciertos invitados a una boda intentaron llevarse a casa -con escaso éxito- tal vez animados por el escaso nivel de sangre que contenía en esos momentos su torrente alcohólico.

Lo primera tarea consistió en recoger los trozos del suelo y transportarlos al lugar de trabajo.



El paso que vemos aquí es el pegado de los trozos mas grandes. Se utilizó un producto comercial epoxídico de dos componentes (Araldit). Para mantener los trozos en su lugar se insertaron provisionalmente tacos fischer de 8 mm. y tornillos que se utilizaron para hacer un entramado de alambre tensado.




Antes de cerrar la "cebolla" por completo, se introdujo el pedestal con su fuste apoyados sobre un taco de madera para que quedara libre y permitiera el cierre. Luego, al dar vuelta la copa, se puede pegar el fuste por dentro, ayudados por el propio peso del elemento que se deja colgar libremente hasta que se seque.





De todas maneras, fue necesario reforzar el fuste con una estructura de hierro para darle rigidez.
La misma fue cubierta luego con una masilla epoxi con fibra de vidrio,como se ve en la foto de abajo:





Aqui se ve el fuste ya lijado y preparado para el acabado que en este caso, ha sido de cemento portland y arena fina, luego de lo cual se "ensució" con un trapo humedecido en tintes de diversos colores (amarillo, verde y negro) para imitar la pátina del tiempo.



Aquí está! "The Living Dead Cup", colocada en su sitio!